Un año más el número de víctimas mortales por machismo aumenta, dejándonos una sensación de tristeza e impotencia infinitas. Este año el alumnado del centro ha escrito el nombre de una mujer asesinada en España en una hoja y hemos elaborado un árbol lleno de historias rotas, de vidas que podrían haber sido mucho más de lo que la barbarie ha permitido. No están todas las mujeres que hemos perdido por culpa de la violencia de género y aún así ver tantos nombres en un árbol que tendría que estar totalmente desprovisto de hojas nos hace reflexionar sobre la importancia de educar y hacer todo lo posible para que no haya que seguir llorando las pérdidas de nuestras madres, hermanas, hijas, vecinas…